LAS PALABRAS
Hoy olvidé los poemas de amor que había escrito pensando en ti, me quedé sola inquiriendo, meditando, llorando. Hoy seque las últimas lágrimas que me generan este desacierto, Y levanto mi frente dignamente, gritando en silencio, con mis ojos y mi ser Que tengo todo el derecho a equivocarme, Aunque no esté tan segura de eso. Hoy restriego la suciedad que me dejaste en el cuerpo y Por mas que uso la fuerza, no desaparecen las manchas de mi alma, Ni el eco de tu voz, no encuentro forma de sacarte de mi, De una vez y por siempre, Como lo hiciste tu conmigo. Intento cada noche y cada mañana, Vivir con el peso de la condena que me proferiste, O borrarla para siempre, Ruego al cielo que se apiade de mi y desaparezca todo este dolor. Pero al cerrar los ojos, Solamente siento el sonido de tus palabras, Aquellas que dijiste y las que no, Las mismas que acabaron con mi incipiente alegría.