ESCAPE DE MARIPOSAS AZULES

Si cuando te fuiste mi corazón se fue detras de ti,  Si cuando descubriste que te seguia, Lo persuadiste para que se devolviera. Nadie me obligó a amarte. Quien le sugirió a mi alma que te esperara, Quien pensó que era la mejor opción, Si al verlo arrastrado en sus heces lo abandonaste a su desgracia, Cuando habias prometido ser su mas fiel protector. Y nadie me obligó a creerte. Ahora, cuando mi alma se desarma persistiendo en tu falaz recuerdo,  reconozco que mi infundada esperanza  Solo se desperdició tras un incierto, Solo por mi capricho, porque Nadie me obligó a amarte.

Quisiera que mis azules mariposas salieran de mi Y al igual que todas las cosas que intente amar Me dejen sola, Pues a estas alturas Su infantil revoloteo me parece inoficioso. Ya casi no recuerdo la última vez que fuimos felices Sus alas van perdiendo lentamente sus hermosos tonos Y se acoplan desgraciadamente a la oscuridad de mis dias. Suben y bajan dentro de mi, Me roban suspiros,  Me roban lágrimas, Me dan esperanza, Y nada de eso quiero ahora. Y por amarlas... tienas amigas... Compañeras de mi más cotidiano dolor Vagabundas en mi propia existencia Les digo escapen!!!!  Salgan de mi!!! Antes que se marchiten junto al alma mia Sus frágiles alas que serán luego  Barridas por el viento como hojarasca.

¿Sabes lo que hago cada mañana al levantarme? ¿Al abrir mis ojos cada amanecer? ¿Después de bañarme? ¿Al desayunar? ¿Mientras me visto y elijo que zapatos colocarme? ¿Sabes cuál es mi delirio? ¿Camino al trabajo mientras espero el autobús? ¿Al maquillarme sutilmente? ¿No te lo imaginas? Pues bien… te lo diré. Mientras trabajo, Y le veo la cara a los muchos inservibles Servidores públicos… Al almorzar, inevitablemente Y cuando me cepillo los dientes Con la crema que tú comparaste. Al regresar a mi casa, Y antes de acostarme Amor… No hago más que pensarte…

No me arrepiento de nada(Gioconda Belli) No me arrepiento de nada Desde la mujer que soy, a veces me da por contemplar aquellas que pude haber sido; las mujeres primorosas, hacendosas, buenas esposas, dechado de virtudes, que deseara mi madre. No sé por qué la vida entera he pasado rebelándome contra ellas. Odio sus amenazas en mi cuerpo. La culpa que sus vidas impecables, por extraño maleficio, me inspiran. Reniego de sus buenos oficios; de los llantos a escondidas del esposo, del pudor de su desnudez bajo la planchada y almidonada ropa interior. Estas mujeres, sin embargo, me miran desde el interior de los espejos, levantan su dedo acusador y, a veces, cedo a sus miradas de reproche y quiero ganarme la aceptación universal, ser la "niña buena", la "mujer decente" la Gioconda (Karola)  irreprochable. Sacarme diez en conducta con el partido, el estado, las amistades, mi familia, mis hijos y todos los demá

Hoy quiero que mis éxitos no lleguen... de un tajo.... Más bien que se asomen tímidamente a mi existencia Con la paciencia necesaria para disfrutarlos, Y no con el precoz afán que deja el sinsabor de la nada, Después de haberlo tenido todo. Quiero además, Tener los sentidos afinados, Para reconocer cuando el amor toque mi puerta E ignorar cuando sea el dolor el que llame; Poder reconocer sus sonidos Amar a uno y poder ignorar al otro. Quiero, olvidar lo doloroso Tener siempre la esperanza amable respecto a la vida misma... Encontrar la mejor forma de vivir; Y si la felicidad existe Quiero conocerla, abrazarla Y aprender a caminar junto a ella.

Dos colores han venido a distraerme, dos colores tan insuficientemente cuerdos. Blanco, El cielo cuando despejado de nubes grises avisa un soleado dia, blanco los zapatos que ya no me coloco, los ojos del ciego, el dia del hambriento, los bolsillos del desempleado, -como yo en estos momentos-, en blanco mi mente si te veo, blanco tú. Negro, Mis nostalgias, mi recóndita alegria. Negro los zapatos que me más me gustan y la noche en que no te tengo, negro el cielo que me cubre con sus mojadas nubes, tan negras como para descifrar un porvenir. Blanca, La hoja en que se escribe mi historia, la arena de tu mar donde dejo tímida mis huellas, blanco... el color con el que sueño, donde imprimo necia mis versos. Negro, Mi mirada, tu pensamiento, la oscuridad de no querer aceptar los más necesarios límites, negras tus cejas... pobladas y rotundas, negra yo. Blanco en  mis sueños, negros los segundos en los que te espero, blanca la claridad de tu sonrisa, negra la dis

Es probable que venga de muy lejos no sé quién es ni a dónde se dirige se le nota en sus pétalos de luna en su paciencia de algodón en sus labios sin besos u otras cicatrices en los ojos de oliva y penitencia Esta mujer que se muere de amor y llora protegida por la lluvia sabe que no es amada ni en los sueños lleva en las manos sus caricias vírgenes que no encontraron piel donde posarse y como huye del tiempo su lujuria se derrama en un cuenco de cenizas. 

De mi cuenta está dejarte ir como el agua, No sé como te ves mejor... Deslizándote por mi cuerpo o deslizándote por las orillas de mi vida...   Adiós amor!!!

Hoy vi tus ojos tristes, como deseando que la vida por fin se acabara... Y me sentí tan impotente al comprender que no puedo darte lo que te hace falta... Mi amor no te basta... Vi tus ojos tan tristes, que quise morirme contigo... Y no te imaginas lo que siento al saber que tu soledad Es mi inevitable destino....

Martes, 20 de marzo de 2012 Quiero que sepas que el poema puede curarte Como esas flores y raíces del bosque. Como esos secretos de la selva virgen Puede sanarte ese dolor que sientes más allá de ti. El poema es un ensalmo, un talismán Para que tu soledad resplandezca En el abismo de mis manos.

Es lunes y llueve,  Pero no es un lunes común El ambiente es festivo y yo estoy sin ti. Me invade un fatal  vacío  que tiene tu nombre, Haces falta pero no como antes. Llueve, y no lloro tu ausencia Te quedaste guardado en el lugar de las cosas que no regresarán En el resguardado baúl que he tirado al Seol de mi alma. Donde habitaste, dónde moriste. Es lunes y estoy sin ti, Pero aunque no digo que te llevó el olvido, Ya no eres el dueño de mi mente Que pensé desvariaba mientras te extrañaba sin cesar. Has desaparecido, Después de tanto quererte, Después de tanto desearte, Hoy ni sombra vienes a ser Mi corazón por fin te cerró la puerta.